SE LLAMA COSTA Y SE HACE QUERER
Hace un año que vive con nosotros, en principio vino como casa de acogida, pero se quedo, viéndola correr libremente no pude aceptar que marchara a Bélgica, a un piso.
Se ha acostumbrado a la familia y al resto de animales que pululan por mi casa, empieza a mostrar carácter y ya no tiene miedo a los hombres, aunque todavía reacciona alarmada si me ve con un palo en la mano, o la escoba, o el rastrillo, en fin espero que con los años esto cambie.
Vino a través de SOS Galgos, desde Chiclana tras veinticuatro horas de viaje, con alguna que otra cicatriz y las secuelas de una pata rota que se le curo sola.
En Torredembarra ya se empiezan a ver algunos galgos, los que conozco procedentes como Costa de entidades sin ánimo de lucro que se enfrentan cada año a una costumbre atroz. Matar con saña a aquellos galgos que ya no les sirven, no importa que tengan dos años, si no les sirven, los matan. Son entidades sin subvenciones, que unas personas que aprecian a los animales dedican su tiempo libre.
Adoptar un animal de estos es gratificante.
